domingo, 29 de mayo de 2011

Reflexion del Dia..!!

                "No Problemas", esta escrito en la camisa que un joven lleva, a la espalda. El problema acompaña al hombre de Hoy. Y a veces es algo peor:el hombre ya no tiene problemas sino que él mismo es el problema. tal vez el problema en sí no sea el problema, sino la manera de enfrentarlo, la actitud ante él. no es bueno dejar correr el problema. No es bueno llenarse de problemas por falta de capacidad de solución del problema. la misma actitud de enojo, de rechazo de los problemas, crea un nuevo problema. A veces sera bueno aprender a vivir con los problemas, pero sabiéndolo llevar. Y los peores problemas no son los que están delante de mí, sino los que llevo dentro de mí corazón.

                  Cuando sé compartir mis problemas con alguien; cuando pido orientación y ayuda ante mi problema, entonces comienzo a resolver el problema.  El hombre necesita del hombre. El hombre nunca se siente bien solo, sumergido en un silencio o encerrado en su desgana, autosuficiencia  o ceguera. El problema tiene una zona de obscuridad; cuando se ilumina esa zona y se comienza a ver el problema, el horizonte de solución está cercano. pero lo más cierto es que con los otros, con la ayuda de la comunidad, los problemas tienen solución.

                           De nuevo Jesús esta en Cafarnaum. Y la gente se entera rápido. Su casa se llena. Los hombres saben que Jesús tiene poder, una fuerza especial para resolver los problemas. Pero también saben que si el hombre se le acerca no confía en El, si no se abandona a su bondad y misericordia, se bloquea y se vuelve con su problema. Esta vez la casa esta llena de gente que ha ido a escuchar su Palabra de vida; esta allí aprendiendo del Maestro. Es imposible entrar. Imposible acercarse un poquito más a Jesús. La gente no solo quiere oír, sino ver, tocar, palpar. ¿Qué tiene este Hombre? ¿Por que esa limpieza y serenidad de su mirada? ¿De donde le viene a su voz esa convicción con que habla? ¿Por que se esta bien, en paz y alegría, a su lado? ¿Como es posible que el tiempo, mientras lo escuchas no se sienta? ¿Quien es Jesús?

                           Acaban de llegar a su casa cuatro hombres. Llevan en una camilla a un paralitico. Ese es un problema. Pero no es problema solo de él. Es también problema de los que lo quieren, de los de su casa. Su dolor se ha hecho dolor de los que lo rodean. Cuatro hombres cargan con el problema de un hombre. Ese hombre enfermo no puede por sí llegar hasta Jesús. Pero sus amigos se convierten para él en manos, pies y voz. Cuatro hombres con fe en Jesús están seguros de que si llegan al Maestro con el hermano enfermo, Jesús le pondrá en pie. Creen en ello hasta dolerse. Creen sin una pizca de duda. Creen que Jesús tiene poder para sacar al hombre del dolor de la angustia, de la necesidad. Porque creen llegar hasta Jesús.

                        El Amor nunca se detiene. Y el amor es ingenioso. El amor siempre busca solución al problema. El que ama nunca tira la toalla. Sabe que la esperanza vivida es el arte de saber comenzar muchas veces. No pueden entrar por la puerta y buscan una salida al problema por el tejado. Hay que abrir camino al problema. No pueden quedarse atrapados por el problema del hermano. Quieren ser buenos samaritanos hasta el final. Y lo suben a la terraza de la casa. Se las arreglan con la camilla y el hombre paralitico. El amor es mas fuerte que los imposibles. Y ya arriba, en el techo (ellos nunca tocaran techo) hacen un boquete y, sin pensarlo mucho, descuelgan con la camilla al paralitico hasta caer, justo, delante de Jesús.

                        Es el milagro de la fe. Es el camino de la fe recorrido paso a paso, hasta encontrar a Jesús. Es el milagro de la comunidad unida. Es la fuerza del grupo que hace posible lo que pretendían.Y ahora, con el paralitico ante Jesús , ¿que pasara? Jesús no mira al hombre en la camilla. Jesús pone los ojos en los hombres que se olvidaron de sí y ayudaron al hermano necesitado. Y Jesús se emociona "al ver su fe". Al ver la fe de la comunidad. Y Jesús, Salvador del hombre, ahora mira al necesitado y le dice: "Hijo, tus pecados te son perdonados". Mas hondo que la parálisis es el pecado. Jesús va a la raíz para que el árbol se sane y de fruto.

                       Es lo suyo. Tocar el pecado del hombre. El pecado que lo desfigura, que lo deshace, que le quita su identidad de hijos de Dios. Jesús viene a que el hombre vuelve su vida a Dios, re-oriente el camino hacia  la casa del Padre. A Jesús le interesa el corazón sano de donde sale todo lo bueno y lo malo del hombre. Jesús comienza por hacer la curación mas profunda: la del pecado. No; no les gusta a los escribas, a la gente entendida en la ley lo que ha dicho. Y en sus corazones juzgan a Jesús. Y lo condenan en silencio: "¿Como habla así  éste? ¡Blasfema! ¿Quien puede perdonar los pecados sino solo Dios?". Desconocen a Jesús. No están abiertos a su salvación. Y lo tildan de blasfemo. O hereje. O de comilón y borracho. O de endemoniado. O de subversivo y farsante. Cualquier cosas es buena para descalificarlo.

                      Les ha roto sus planes. Les ha dejado con sus ideas reducidas y mezquinas. Y no saben que ESE HOMBRE que tienen delante es Hijo de Dios, es el Enviado del Padre para perdonar los pecados del mundo, es el Cordero de Dios. ¡Mas paralíticos que el hombre de la camilla!

                      Jesús entra en su interior y desenmascara su hipocresía. Jesús juega entre lo fácil y lo difícil. Para El todo es fácil porque su Padre Dios actúa en El.  Y Jesús no los deja escapar; esta vez no se saldrán con la suya: "¿Que es mas fácil, decir al paralitico: perdonados te son tus pecados o decirle: levántate, carga con la camilla y vete?" Y ahora, poniéndose El como Señor, como la norma definitiva del hombre, como el único  como el Hijo del hombre que tiene poder hasta para perdonar pecados, dice: "Yo te lo mando: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". Así de sencillo. Así de grande.

                     Los fariseos, los entendidos en la ley, se han quedado de piedra. No quieren creer, aun ante la evidencia. Cierran sus ojos para no ver. Se endurece su corazón. Y ademas es día sábado. Y no se puede hacer ese trabajo de sanar al hombre. No; quien quebrante la ley, no puede ser más que la ley. Y ademas le ha mandado cargar con su camilla. Y eso, si que no, en sábado no se puede caminar así. De ninguna manera puede convencerlos, porque se pone del lado del hombre y "desprecia la ley". Ciegos; no han entendido que esta allí quien es la plenitud de la ley... ¡EN EL AMOR!

                     Los cuatros están arrodillados ante Jesús. Y tienen tanta fe que lloran de fe. Tienen tanta fe que se dicen que no ha pasado nada extraño, pues lo que creían antes de encontrarse con Jesús lo han visto realizado al encontrarse con El. En sus corazones alaban, dan gracias, bendicen a Dios por Jesús. El Salvador del hombre. Las gentes han salido de la casa. No caben en ella al experimentar la alegría de un hombre que a la palabra de Jesús se ha puesto en pie y en camino. Salen de la casa y lo ven marcharse. Camina ligero y seguro. Camina con el corazón libre de pecado. No; no le interesa tanto su caminar físico. Lo que más le alegra es la liberación interior que Jesús le ha hecho. Es libre. Libre en la raíz de su árbol, en el manantial de su río. Ahora sí; ahora su casa se mantendrá en pie porque ha quedado construida sobre la roca. Jesús ha sido más bueno de lo que esperaba.

                   La gente se maravillaba y glorificaba a Dios diciendo: "Jamas hemos visto cosa igual". Una explosión de alabanza y acción de gracias. La gente no sabia donde mirar. Si al hombre caminando; si a Jesús de pie, en medio de ellos. Definitivamente, este Hombre de Nazaret desconcierta siempre. Este hombre callado, sereno, dulce y cercano, sorprende siempre. Este  Hombre es algo mas que un hombre. Es lo nuevo de Dios en la historia. Es lo definitivo de Dios. Es lo que faltaba a la humanidad para ser completa. Este hombre es el orgullo de los hombres. Este hombre es de la raza humana, pero también de la raza divina.

                    Aquel día los hombres experimentaron por primera vez que valía la pena ser Hombre como ESE HOMBRE que puso en pie al paralitico. Aquel día algunos hombres se decidieron a seguir a Jesús porque "con Jesús" los problemas tienen solución. Aprendieron que la fe en Jesús es más fuerte que el dolor, la crisis, el problema. Aprendieron que el autentico problema es "vivir sin Jesús".

Tomado del Libro:
De Amor Herido
Emilio L. Mazariegos
 


 

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