Se ha dicho que la catequesis es la transmisión sistemática del Kerigma a los de casa, es decir, a los creyentes. Con referencia a este concepto habría que decir algo parecido a lo que Pablo VI afirma con respecto a los conceptos de evangelización, aunque conservando la proporción: es una definición parcial y fragmentaria, puesto que apenas considera dos elementos de la catequesis: su carácter sintético - sistemático y los posibles destinatarios. La catequesis es algo más integral como función de la Iglesia.
Es toda una serie de actividades del magisterio que conduce a los oyentes de la Palabra a la madurez cristiana. Aunque la catequesis, para su cometido elabora, como dices Danielou, una exposición completa, pero elemental del mensaje cristiano, no se encierra toda su función en este elemento, ya que la conducción a la madurez de la comunidad eclesial incluye muchos otros elementos de orden cultural, pastoral, etc., y sobre todo una presencia del Espíritu que haga pronta, fácil y deleitable la conducción a ese fin inmediato. Esto lo saben muy bien quienes orientan y viven los movimientos catecumenales en el seno de la Iglesia.
Y tampoco hay que insistir demasiado en la calidad de los destinatarios de las catequesis, maxime en estos tiempos de descristianización en la que tan insistentemente se ha hablad, incluso, de reevangelización, es decir, de nuevo anuncio de la Buena Noticia a sectores que se creían maduros y apenas son cristianos de nombre, de suerte que muchos, que se creen "de casa" o de "dentro", apenas lo están por un bautismo que no han vivido nunca y, siendo cristianos de derecho, hay que hacerlos de hecho por una evangelización integral, una de cuyas partes integrantes seria la CATEQUESIS.
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